jueves, 26 de julio de 2012

Juan Gelman, "Marcas"



La del vestido blanco era una tarde unas tetas el mundo
torpemente atacado por cuartos altos grises
jugando a hombre y a mujer ya tan temprano
los niños preparaban los actos de la noche esas tetas 
de inclinada a su mujer con alarmas entregas con rumores 
de la pasión bajo su miedo y un falo que indicaba las leyes del varón
tetas dulcísimas o dadas
donde sonaba un piano un espectáculo redondo en su mudez 
piano de leche abierta a los terrores de códigos violados 
dos niños como un ciego 
procuraban sus límites inciertos sus piedras sus fronteras 
creaban la tristeza la magnífica que viene del amor 
la gran clausura la delicia 
carne como una inmensidad 
y un silencio de sangre su oleaje contra el tímpano 
la ajenidad del mundo 
las tías que invitaban a comer

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